¡Hola Soñadores!
Una nueva semana comienza, ante última de este mes y ¿qué creen? no leí ninguno de los libros que tengo pendientes T.T tengo todos etiquetados como "urgente" y otros con "para los desafíos" pero están ahí, esperando hasta que me desocupe. Probablemente me interne el diciembre con mates, música y los libros.
Pero por lo menos esta semana tengo que entregar una monografía hoy, mañana rindo inglés, el miércoles psicología laboral y el viernes análisis matemático. Como que quiero tomarme una vacaciones largas. Largas....
En fin, comienzo esta semana con otra cita encontrada para el desafío Escenas de libros.
Saben, hacer este desafío me dio algunas ideas para el próximo año, para hacer algo diferente... lo voy a meditar y ver si lo hago o no. Pero antes de eso, tengo que terminar este.
Libro: Firstlife
Autora: Gena Showalter
Escena: Una escena en un baño
Lágrimas calientes caen de mis ojos y gotean por mis mejillas mientras me quito lentamente mi mono. Cada movimiento viene con otro estallido de agonía. Cuando finalmente estoy desnuda, paso bajo un tímido chorro de agua. La modestia fue sacada de mí hace mucho tiempo, literalmente, pero me lavo tan rápido como puedo. Nos dan una pequeña ración de agua por día. Si se nos acaba, se nos acaba. Muy mal muy triste. ¿Algo que nunca nos dieron? Cuchillas. Mantengo suaves las piernas y las axilas con los hilos que he sacado de los viejos uniformes. Ya me siento como un animal; no hay razón para parecerse a uno, también.
Apago el agua y me seco con una toalla lo mejor que puedo. Entro en un mono limpio, el mono amarillo nieve, pero solo logro llevar el material a mi cintura, mis brazos se rehúsan a funcionar correctamente, los músculos de mis hombros se rinden.
¿Qué voy a hacer? No puedo salir de mi celda así.
La puerta se abre de repente con un chasquido silencioso. Mi sangre se vuelve fría como el hielo cuando dos guardias marchan dentro de mi celda, una chica que se agita entre ellos.
Jadeo, mi sorpresa dándome la fuerza que necesito para levantar mis manos y cubrir mis pechos. No, no soy modesta, pero este es un tipo especial de humillación.
Los guardias liberan a la chica y la empujan en mi dirección. ¿Lo primero que noté de ella? Tiene un cabello rosa irregular recortado.
— Nueva compañera de cuarto —, me dice uno de ellos. Cuando nota mi estado parcial de desnudez, sonríe. — Bien, bien. ¿Qué tenemos aquí?
Su acento ruso es tan denso como siempre, una de las muchas razones por las que me refiero a él como Camarada Douche. Aunque me arden las mejillas, busco un tono de confianza.
—Lo que tenemos aquí es una niña menor de edad que, una vez liberada, se asegurará de que te pudras en la cárcel.
Su sonrisa solo se ensancha cuando da un paso hacia mí. La chica de pelo rosa lo patea en el estómago, sorprendiéndome.
Ostras, estos no los he leído y me acabas de dejar loca y emocionada con mi autora favorita.
ResponderEliminarUn bes💕