
Título: Rivales Divinos
Título Original: Divine Rivals
Autora: Rebecca Ross
Saga: Letters of Enchantment #1
Temática: Romance, Fantasía, Young
Adult,

DOS RIVALES
DOS HISTORIAS
DOS CORAZONES
UN DESTINO
Tras permanecer dormidos durante siglos, los dioses vuelven a la guerra...
Lo único que la joven periodista Iris Winnow desea es mantener unida a su
familia. Con un hermano obligado a luchar en el bando de los dioses y
desaparecido del frente de batalla y una madre que se ahoga en su pena, la
mejor opción de Iris es obtener el ascenso a columnista del Oath Gazette.
Pero cuando las cartas de Iris a su hermano caen en las manos equivocadas
—las del apuesto pero frío Roman Kitt, su rival en el periódico—, se crea
una extraña conexión mágica.

Lo tenía en pendientes, pero no fue hasta ahora que me llamó la atención con
más fuerza y ganas.
Rivales divinos trata de Iris, una joven que tras la partida de su hermano a una guerra entre dioses y que
su madre se pierde poco a poco en la tristeza, lucha por conseguir el puesto
de columnista en uno de los mejores periódicos de su ciudad contra su rival
Roman Kitt. Pero cuando las cartas que enviaba a su hermano en el frente caen en las
manos de alguien inesperado, se abre poco a poco a una conexión llena de
magia, amor y esperanza, que la llevaran a tomar decisiones arriesgadas
abriéndose paso entre cumplir sus sueños y reencontrarse con su hermano.
No me suelen atraer historias donde los protagonistas estén relacionados a
alguna profesión de letras. Va a sonar un poco feo, pero suelo percibirlos un
poco… engreídos… por muchos motivos que no vienen al caso. Sin embargo, al ser
un mundo donde la magia es algo presente de una forma cotidiana e inesperada,
y que tiene sus propias reglas y condiciones, la importancia de sus máquinas
de escribir y cartas toma un rol si bien no secundario, sino un vehículo bien
utilizado pero que no domina toda la escritura. No es todo cartas y nada
más.
La trama gira en torno a las dificultades que pasa
Iris, entre que su hermano es llamado a la guerra entre dos dioses y sin recibir
señales de que esté bien, su madre que devastada por su partida está cada vez
peor, y que para conseguir un ascenso tiene que competir todos los días con su
rival, de quien se siente tanto atraída como fastidiada, sino se va a quedar
estancada en el mismo puesto (sino la despiden). La historia lleva un ritmo
tal que todas estas cosas pasan en los primeros capítulos, pareciera que este
es el conflicto principal, pero a medida que avanza la trama y las cosas toman
otro rumbo y el ambiente se vuelve más conflictivo, hizo que quedara
totalmente atrapada.
Las cartas juegan un papel importante para el crecimiento y desarrollo de los
personajes, donde se ven sus inseguridades y defectos, pero también dejan ver
su fortaleza y apoyo. Pero algo que agradezco es que, sin quitarles su
importancia, no fueron toda la historia. No es una novela de puras cartas,
sino que fluyeron con la historia, tienen un desarrollo propio acorde a lo que
estaba pasando.
En cuanto a la guerra, la autora se toma su tiempo en desarrollarla desde
cierta perspectiva, de una forma que deja mucha nostalgia, tristeza y
cuestionamientos. No esperaba que la autora se tomara tanto tiempo y
dedicación a esto y fuera un tema tan central en la historia. Me pareció una
gran incorporación y la perspectiva desde que se la relata.
Las decisiones impulsivas pero decididas de
Iris hicieron que por mucho me
encantara este personaje. Tiene sus cosas que no me convencen, como ser
demasiado orgullosa, pero esa determinación pese al miedo y la incertidumbre
hicieron de la historia mucho más emocional pero no absorbente o agotadora. Me
asombró su fortaleza y mentalidad, que se ve no solo en sus acciones sino en
sus cartas.
Roman al comienzo pintaba como un
chico soberbio y de esos típicos riquillos que dan todo por hecho que es para
ellos. Pero oh mi sorpresa que esa idea de entrada la sacan de un golpe al
conocerlo, con sus propios momentos en los que él solo tiene que tomar la
decisión de cambiar o seguir como estaba. Totalmente me enamoró que, si bien
sus decisiones fueron por Iris, fue por su propia felicidad que tomó las decisiones que tomó, que se animó
a ir por su propio camino.
Los demás personajes tienen un rol importante en cuanto a la historia, pero la
verdad es que a mí no me llegaron. Están bien, aportan lo suyo, pero no son
relevantes como para nombrarlos por acá.
En cuanto al romance, si bien se lo categoriza como enemies to lovers,
no sé qué tanto es eso. Es más bien una relación de rivales laborales, pero
por fuera no había esa enemistad. Para ser un enemies to lovers, para
mí, tiene que haber odio de por medio. En este caso no los considero así. La
relación de Iris y
Roman se me hizo preciosa, tenían
una base, pero de a poco se conocen de otras formas. Puede que las cosas
parecieran apresuradas para ser un primer libro, pero como ya había una
relación antes de su desarrollo es entendible. A parte se me hizo todo muy
lindo.
La ambientación mágica que tiene se me hizo interesante, por su forma tan
cotidiana en que estaba incorporada, pero a la vez no tomó el control de la
historia. Tiene sus elementos puntuales, que me hubiera gustado conocer y leer
un poco más de toda esa parte. Lo relacionado con la guerra y su crudeza me
pareció fascinante. Creo que mantuvo el equilibrio, llevándolo más por el lado
de la tristeza que por el de la reivindicación.
Ahora el tema de la mitología tiene mucha importancia, la sentí muy débil. No
sé si es porque esperaba que pasara algo o que sea presentado por
Iris y
Roman, pero no todo se me hizo superficial. En esa parte flojeo mucho y no logra
captar el interés por completo.
Me gusta el estilo de la autora, es fluido, con capítulos no muy largos y que
me mantuvieron enganchada. Pensé que las cartas contarían con el ritmo, pero
lograron contrastar de una forma que podía leerla sin desconectar con lo que
estaba pasando. Lo leí de forma rápida y hasta me sorprendió cuando ya lo
estaba terminando.
En cuanto a cómo se cerró este libro… entiendo que deja las dudas para la
siguiente parte, pero por lo que da a entender y lo que pude pispear de la
segunda parte… ya veré si me gusta o no.
En conclusión, Rivales Divinos es una historia que me enganchó desde un inicio, con personajes con su propio encanto y una trama que mueve muchas emociones. Los personajes secundarios se pierden y el contexto queda un poco desdibujado, pero el romance que atrapó y el desarrollo me mantuvo hasta el final.
Lo mejor: la relación entre Iris y
Roman, como ambos pasan de ser rivales a confidentes a mucho más. No es una
sorpresa, pero igual me gustó.
Lo peor: los poco que se desarrolla el contexto y toda la dinámica mágica.
Está ahí, pero es secundario y hasta pareciera irrelevante pese a que el
contexto es lo que impulsa muchas de las decisiones y acciones de todos.
Portada: Este es uno de los casos en que la portada en español me gusta más
que la original. Los colores me gustan y la ilustración no se ve mal.
Calificaciones:
Trama: 3,5/5
Personajes: 4/5
Romance: 5/5
Ambientación: 3/5
Estilo de escritura: 4/5
Puntaje:

4/5
Me gustó leerlo
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